Ayer se me ocurrió hacer arroz blanco y me quedó horripilante. Si bien eso no es nada nuevo en mi familia, más bien es lo común el que el arroz te quede horrible, pegajoso y batido, para colmo de males a mí me quedó extremadamente salado. Total que casi con lágrimas en los ojos lo tiramos, no sin antes darle muchas oportunidades y posibles soluciones: quizá con una papa o haciéndolo con huevo se aminorara su extrema saladez.. nada, no había forma, era en pocas palabras, incomible. Tenía hecha en mi mente una manda (dado que era el primer arroz que hacía en la casa) pensé que sin importar cómo saliera así se definiría mi arroz por los siglos de los siglos, lo pensé claro está porque esperaba que saliera delicioso, esponjosito y blanquérrimo, pero cuando vi que nada de esto ocurría, recordé que eso de las mandas personales era una estupidez inmersa en pensamiento mágico y que lo volvería a intentar hasta perfeccionar el arte de hacer arroz. Y así será. En mi defensa puedo decir que la receta que hallé era muy mala, tal vez para hacer arroz con leche y en vez de leche decía sal o algo así, porque nunca vi la palabra freír o dorar en ninguna parte. Una vez que envié a mi espía personal a que le preguntara casualmente a su mamá cómo se hacía el arroz, averigüé que se debía de:
a) Lavar/enjuagar
b) Freir en aceite
c) Hervir con cebolla y ajo
d) Y añadir una pizquilla de sal y hierbas raras para darle saborr.
No pues con razón no me iba a salir. Digamos que de los puntos A al D únicamente cumplí con el A y con el D a medias y mal. Huelga decir que mi orgullo me impidió consultar esta receta de antemano, ya fuera con mi progenitora o con alguna otra experta cocinera, mi ingenua idea era ser una purista de arroz y mi fantasía era que eventualmente y sólo por mi puro instinto saldría en hombros vitoreada por hacer el mejor arroz blanco de la historia del arroz blanco. Lejana fantasía. No importa, he aprendido mi lección y humildemente atenderé las instrucciones, sugerencias y demás, y finalmente haré un arroz blanco para rechuparse los dedos, raspar el plato y demás muestras de saboreo culinario ad libitum.
Así me quedó ...
(you wish ;-P)
Sí es cierto, la onda está en la paciencia: no debes destaparlo mientras se cuece.
ResponderEliminarAntes que cualquier otra cosa debes lavarlo muy bien para quitarle el almidón que es el elemento químico que hace que el arroz se vuelva pegajozo (pero esa señal se vuelve falsa si lo que quieres es hacer rissotto, ya que el chiste del rissoto -o del arrrrrrrrrroz de Chuchi- es que se pegue). Hazlo desde un día antes y sécalo MUY bien sobre una toalla de papel.
Fríe el arroz en aceite junto con la mitad de una cebolla, un par de dientes de ajo y, si quieres, un poco de perejil (todos enteros, no picados para que luego los puedas quitar con facilidad) hasta que esté brevemente dorado; esto evita que el arroz se pegue, le da una textura maravillosa y le añade un poco más de sabor. Déja la cebolla, el ajo y, acaso, el poco de cilantro hervir con el arroz para que lo infusione con sus sabores.
Lleva el agua a ebullición. Reduce el fuego para que la mezcla apenas hierva a fuego lento y cocínalo así hasta que aparezcan agujeros en la parte superior o hasta que casi todo el líquido se absorba. Una media hora, quizá 45 minutos (¿Ves? PACIENCIA).
El tiempo y el volumen de agua son aproximados, ya que si lo que quieres es un arroz más suave, pues tienes que usar más agua y más tiempo, pero para un arrrrrrrroz más firme debes usar menos agua y tiempo.
Una vez que haya burbujas en la superficie, le puedes agregar más agua hasta que la absorba. De nuevo, esto depende de qué tan firme quieres que quede el arrrrrroz. Un poquíto de caldo de pollo le agrega sabor, pero al igual que aprendiste con la sal, no te excedas. A continuación, basta con retirar del fuego y dejalo reposar, tapado, por unos 10-13 minutos. Desecha los aditamentos (cebolla, ajo, cilantro) y -entonces sí- pícalo con un tenedor para que no se apelmace. Tienes 20 minutos antes de la calidad se empiece a degradar.
Desde luego hay muchos tipos de arroz y la decisión sobre cual usar va más allá de las recetas, sobretodo porque ahora hay arroces de grano entero y muchos otros que puedes escojer.
A mí me gusta el arroz negro que se convierte en morado intenso cuando se cocina; el basmati tiene un aroma más potente que su primo blanco; el Bhután se puede usar para cocinar arroz rojo, pero nunca lo he preparado así que no sé. El resto de la variedad de arroces, creo, son demasiado caros aunque todos son cada vez más comunes en el súper. Pero el mejor lugar para comprar arroz sigue siendo una tienda de alimentos naturales que ahora están tan en moda entre farsantes y fanfarrones.
En fin, son demasiados problemas para que por su sabor el arroz no sea suficiente. Pero así es la cocina y el arroz que, en la cocina mexicana es considerado más bien un "acompañamiento".