Compré un líquido llamado No Rain (como la rola), para ponerlo en el parabrisasyvientos, medallón, y bueno, en cualquier lado en que se quiera evitar la acumulación de gotitas diagua. Qué maravilla, aparte de que sirve y muy bien, lo bonito de esto es que hace que las gotas vuelen por el parabrisas en formas siempre nuevas y divertidas... debería haber pensado en mi capacidad de distracción antes de haberlo puesto, pero ya ni modo, se ve muy muy bonito. A veces parecen serpientes y escaleras, subiendo y bajando en friega, a veces nada más parecen lagrimotas, y otras parecen catarinas transparentes.
En fin, esto es más bien un postreo comercial, pero vale la pena, lectores conductores de autos, cómprenlo en su tienda preferida o fabríquenlo si pueden. Les garantizo que las horas de tráfico se aligerarán y/o que mientras vayan a altas velocidades, en vez de ir viendo el camino, su atención se enfocará únicamente en el parabrisas incrementando el riesgo de choque en un 79.6%.
Marvilloso producto de tan bonitas épocas lluviosas avalado por suser.
A veces.
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A veces, cuando me duermo tarde como hoy, abrazo a mi esposa por la barriga
y mi bebé me patea la mano. Me siente. Sabe que yo estoy ahí, y yo sé que
él es...
Hace 4 años
Yo no sé, mira, es terrible cómo llueva. Llueve todo el tiempo, afuera tupido y gris, auí contra el blacón con goterones cuajados y duros, que hacen plaf y se aplastan como bofetadas uno detrás de otro qué hastío. Ahora aparece una gotita en lo alto del marco de la ventana; se queda temblequeando contra el cielo que la triza en mil brillos apagados, va creciendo y se tambalea, y va a caer y no se cae, todavía no se cae. Está prendida con todas las uñas, no quisiera caerse y se la ve que se agarra con los dientes mientras le crece la barriga; ya es una gotaza que cuelga majestuosa, y de pronto zup, ahí va, plaf, desecha, nada, una viscosidad en el mármol.
ResponderEliminarPero las hay que se suicidan y se entregan en seguida, brotan en el marco y ahí mismo se tiran; me parece ver la vibración del salto, sus piernitas desprendiéndose y el grito que las emborracha en esa nada del caer y aniquilarse. Tristes gotas, redondas inocentes gotas. Adiós gotas. Adiós
Julio Cortázar