Aparte del tema (Aprendizaje y Memoria) y de la k'ndente polémica entre varios investigadores contra un rebelde con causa que se opone a la teoría reinante contante y sonante, lo que me llamó la atención fue lo difícil que, al menos a mí, una investigadora en viernes, que diga en ciernes, me resulta hacer una, sola y tímida pregunta ante una audiencia así.
Cuando lo he hablado con compañeros, principalmente contemporáneos, veo que es un miedo bien común que no corriente. Por más que a uno se le ocurra una o varias preguntas, cuestiones, posibles soluciones y demás referentes al tópico en cuestión, resulta una verdadera proeza el pararse enfrente de la temible audiencia a exponerla lo menos confusamente que se pueda y esperar que:
a)lo que se haya dicho no cause hilarantes comentarios y hasta rechiflas o bien,
b) la respuesta del ponente, la cual a su vez puede ser de tres sopas:
- mamonséerrima y humillante,
- comprensiva de la pregunta, y clarificadora en lo posible.
- sorprendida de la brillantez y alabadora del genio preguntón (la cual, hasta la fecha, nunca me ha tocado ver)
Total que es un verdadero Dilemón de Antioquía aquello de hacer o no la pregunta ante el super investigador-experto-i'm-gonna-destroy-you-with-one-mighty-comment.. aunque si bien esta vez no lo hice, con mucho orgullo puedo decir que en un congrueso en extranjia, ante una audiencia expertosa en temas científicos me atreví a exponer mi humilde pregunta:
-So, exactly where did you found that awesome PP template, because that's just what I was looking for!
jeje, nonoscierto, pero sí hice mi preguntita insignificante sobre ya ni me acuerdo qué, y mucho menos me acuerdo de la respuesta porque seguía traumada de escuchar mi voz en surround sound ante un auditorio lleno de la creme de la creme sueñológica.
Así que desde aquí va una LOOOOA de pie y un aplauso a todos los estudiantes & co. que nos atrevemos a romper la barrera del silencio sepulcral.
Absolutamente cierto. Ésas almas valientes que se atreven a alzar la voz en un Congreso, Seminario y/o reunión científica merecen una ovación. Quizá me atrevería a decir que la merecen incluso cuando lo hayan hecho sólo por el placer de oír su voz en surround sound.
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