Éstas eran dos líneas paralelas.
Las líneas paralelas, ya se sabe, se alargan hasta el infinito sin juntarse nunca.
Pero sucede que estas dos líneas paralelas estaban enamoradas una de la otra. No necesitaron, entonces, llegar al infinito para unirse. Cierto día, cuando ningún matemático las estaba viendo, las líneas se juntaron, y fueron entonces una sola y enamorada línea.
Con esto que he contado no quiero atentar contra los principios que rigen a la ciencia matemática. Lejos de mí tan temeraria idea. Lo que quiero decir es que el amor está por encima de todas las ciencias. Tiene el amor su propia ciencia, que aunque no sea exacta tiene más fuerza que todas las otras ciencias puestas juntas.
Catón
A veces.
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A veces, cuando me duermo tarde como hoy, abrazo a mi esposa por la barriga
y mi bebé me patea la mano. Me siente. Sabe que yo estoy ahí, y yo sé que
él es...
Hace 4 años
Ahhh que hermosa historia.
ResponderEliminarY que pillinas esas lineas que se esperaron hasta que nadie las viera para acurrucarse.
Si son mucho mas romanticas las paralelas que siempre van juntas por los siglos de los siglos, no como las horribles perpendiculares que se cruzan en un punto y luego se alejan mas y mas.
Te adoro mi linea paralela.