Hoy es el Día Internacional del Sueño, que sobra decir, es mi materia de trabajo de día y noche. Aunque casi siempre hablo de LOS sueños desde la narración propia, porque es más divertido, más accesible y más identificable, esta vez quiero dedicarlo a EL SUEÑO, y específicamente a los investigadores que son algo así como my own personal jedi council, los sueñólogos que admiro, respeto y agradezco, ya nada más por el hecho de quererle entrar, desde la ciencia, a un área tan desprestigiada para su estudio, y porque la mayoría de ellos, como los meros grandotes, lejos de cuadrarse, terminan diciendo que esto es un negocio redondo, en el que afortunadamente nunca se dejan de maravillar de la magia subyacente en el cerebro soñador.
YYY habiendo tanto en el mundo hecho, escrito e investigado sobre el sueño es difícil elegir mencionar a algunos de los parteaguas del estudio del sueño. Pero ahí van: está Berger a quien se le debe el desarrollo del EEG, sin el cual, el estudio del cerebro en acción durmiente no se podría haber dado, está Loomis el pionero en caracterizar las fases de sueño, está Maury y el conde Saint Denis blablabla quienes estudiaron sus sueños anotando todos y cada de ellos en un diario, y luego los analizaban, están los aún más antiguos y visionarios McNish y Pinkerton, quienes hace casi dos siglos inferían que aquellos movimientos de la órbita ocular coincidían con la actividad onírica, están Aserinsky y Kleitman quienes lo comprobaron y le dieron el añadido de la desincronización EEG, está mi consentidazo Jouvet quien no se quedó en los humanoides y lo comprobó en animales también, y no sólo eso, sino que observó que estos episodios coincidían con atonía muscular antigravitatoria. Jouvet investigó desde Monoaminas, Ritmos Circádicos, Trastornos del Sueño, Mecanismos básicos de inducción, mantenimiento y eliminación del Sueño hasta Genes del Sueño y patrones de ensoñaciones en humanos de distintas edades, lo que lo hace, a mi juicio, el mejor investigador de Sueño que ha habido hasta la fecha, el más basto, elegante e íntegro en sus trabajos, tanto así que se la ha dedicado el 2003 como el año de Jouvet, y hay un día en Francia dedicado asimismo a este Gran investigador, Jouvet entre muchas cosas más determinó que las ensoñaciones no son exclusivas del ser humano, sino que aparecen en mamíferos, reptiles y aves, además a Jouvet se le debe una enorme aportación al sueño MOR específicamente: el decubrimiento (azaroso, como él amablemente cuenta) de los potenciales PGO. Estas descargas llamadas así por la vía que recorren(Ponto-Genículo-Occipital) son, nada mas ni nada menos, que the stuff that dreams are made of, son la crema y nata de los sueños, son la base de los movimientos oculares rápidos, pero no sólo del movimiento en sí, sino de la trayectoria que se requiere para cargar a un potencial eléctrico de: a) imagen b)recuerdo
c) sonido, olor, tacto y/o sabor, y d) (y mi favorita) emoción, para así hacerla una ensoñación con todo lo que la compone.... lo que es magia pura. Fue en este último componente (emoción), entre muchas cosas más, que mi investigador más allegado, más querido y en pocas palabras, mi ideal del yo profesional, el Dr. José María Calvo metió su cucharota científica y lo hizo analizando y comprobando la propagación de las mágicas PGO a distintas estructuras cerebrales, principalmente las límbicas, con lo que determinó que el sueño no son imágenes al azar (uno no sueña con la tabla del 9, a menos que vayas en 2º de primaria y mañana sea tu examen, solía decir), sino imágenes con historia personal que reflejan alguna parte inaccesible en vigilia (mmm ¿con que Freud, Doc?), lo sueños pues tienen una función fisiológica y otra emocional o simbólica, que increíblemente no son mutuamente excluyentes, sino integrales. Soñamos como una función bio psíquica que se retroalimenta a cada REM. De ahí que decidiera quedarme en estos lares, cuando hallé el lugar donde precisamente alguien(es) dedicó(aron) su vida a la integración de lo mágico y lo práctico del sueño, tal y como yo quiero hacerlo.
A Hobson, a la guapa Baghdoyan, a Subliminal Datta, también a Mircea Steriade (no todo es REM, es cierto, también hay SOL), a ssssuper y amable Dement, a Pigneaux y sus imágenes 3D de soñantes y a muuuuuuuuuuuuuuuuchos otros, pero de verdad MUUUCHOS otros se les debe, se la debemos, el sabernos ahora seres soñantes con funciones hasta en el dormir más profundo... se les debe también el conocer el porqué de una función que a pesar de tanto cambio evolutivo, ha permanecido prácticamente inalterada durante toda la existencia de las especies, a pesar de lo “caro” que pueda resultar: al bajar las defensas somos presas evidentemente más faciles. Y sin embargo dormimos, y sin embargo soñamos, el cómo se está develando poco a poco, y el porqué un poco más lento, pero también. Así que en este 14 de marzo día oficial del sueño, mis mejores deseos oníricos para todos los soñantes, y para los científicos, super psicoanalistas y hasta chamanes estudiosos del mismo, un muy merecido aplauso y ovación de pie por no dejar de tender puentes hacia nuestra highway to the self.
YYY habiendo tanto en el mundo hecho, escrito e investigado sobre el sueño es difícil elegir mencionar a algunos de los parteaguas del estudio del sueño. Pero ahí van: está Berger a quien se le debe el desarrollo del EEG, sin el cual, el estudio del cerebro en acción durmiente no se podría haber dado, está Loomis el pionero en caracterizar las fases de sueño, está Maury y el conde Saint Denis blablabla quienes estudiaron sus sueños anotando todos y cada de ellos en un diario, y luego los analizaban, están los aún más antiguos y visionarios McNish y Pinkerton, quienes hace casi dos siglos inferían que aquellos movimientos de la órbita ocular coincidían con la actividad onírica, están Aserinsky y Kleitman quienes lo comprobaron y le dieron el añadido de la desincronización EEG, está mi consentidazo Jouvet quien no se quedó en los humanoides y lo comprobó en animales también, y no sólo eso, sino que observó que estos episodios coincidían con atonía muscular antigravitatoria. Jouvet investigó desde Monoaminas, Ritmos Circádicos, Trastornos del Sueño, Mecanismos básicos de inducción, mantenimiento y eliminación del Sueño hasta Genes del Sueño y patrones de ensoñaciones en humanos de distintas edades, lo que lo hace, a mi juicio, el mejor investigador de Sueño que ha habido hasta la fecha, el más basto, elegante e íntegro en sus trabajos, tanto así que se la ha dedicado el 2003 como el año de Jouvet, y hay un día en Francia dedicado asimismo a este Gran investigador, Jouvet entre muchas cosas más determinó que las ensoñaciones no son exclusivas del ser humano, sino que aparecen en mamíferos, reptiles y aves, además a Jouvet se le debe una enorme aportación al sueño MOR específicamente: el decubrimiento (azaroso, como él amablemente cuenta) de los potenciales PGO. Estas descargas llamadas así por la vía que recorren(Ponto-Genículo-Occipital) son, nada mas ni nada menos, que the stuff that dreams are made of, son la crema y nata de los sueños, son la base de los movimientos oculares rápidos, pero no sólo del movimiento en sí, sino de la trayectoria que se requiere para cargar a un potencial eléctrico de: a) imagen b)recuerdo
c) sonido, olor, tacto y/o sabor, y d) (y mi favorita) emoción, para así hacerla una ensoñación con todo lo que la compone.... lo que es magia pura. Fue en este último componente (emoción), entre muchas cosas más, que mi investigador más allegado, más querido y en pocas palabras, mi ideal del yo profesional, el Dr. José María Calvo metió su cucharota científica y lo hizo analizando y comprobando la propagación de las mágicas PGO a distintas estructuras cerebrales, principalmente las límbicas, con lo que determinó que el sueño no son imágenes al azar (uno no sueña con la tabla del 9, a menos que vayas en 2º de primaria y mañana sea tu examen, solía decir), sino imágenes con historia personal que reflejan alguna parte inaccesible en vigilia (mmm ¿con que Freud, Doc?), lo sueños pues tienen una función fisiológica y otra emocional o simbólica, que increíblemente no son mutuamente excluyentes, sino integrales. Soñamos como una función bio psíquica que se retroalimenta a cada REM. De ahí que decidiera quedarme en estos lares, cuando hallé el lugar donde precisamente alguien(es) dedicó(aron) su vida a la integración de lo mágico y lo práctico del sueño, tal y como yo quiero hacerlo.
A Hobson, a la guapa Baghdoyan, a Subliminal Datta, también a Mircea Steriade (no todo es REM, es cierto, también hay SOL), a ssssuper y amable Dement, a Pigneaux y sus imágenes 3D de soñantes y a muuuuuuuuuuuuuuuuchos otros, pero de verdad MUUUCHOS otros se les debe, se la debemos, el sabernos ahora seres soñantes con funciones hasta en el dormir más profundo... se les debe también el conocer el porqué de una función que a pesar de tanto cambio evolutivo, ha permanecido prácticamente inalterada durante toda la existencia de las especies, a pesar de lo “caro” que pueda resultar: al bajar las defensas somos presas evidentemente más faciles. Y sin embargo dormimos, y sin embargo soñamos, el cómo se está develando poco a poco, y el porqué un poco más lento, pero también. Así que en este 14 de marzo día oficial del sueño, mis mejores deseos oníricos para todos los soñantes, y para los científicos, super psicoanalistas y hasta chamanes estudiosos del mismo, un muy merecido aplauso y ovación de pie por no dejar de tender puentes hacia nuestra highway to the self.
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