Mi velocidad favorita era segunda. Segunda porque en ella se puede arrancar en (casi) cualquier condición. Este factor la hace la más versátil, la más leal y noble de todas las velocidades. Es digamos, la más ruda, y como soy una ruda (ejem) pues 2da va conmigo...¿va? ¿iba? ¿me estaré conviertiendo en una nena? Mucho me temo que sí. En estos últimos días al volante he caído en cuenta que la segunda por muy leal que sea, ya no me llena, se queda corta ante mis delirios de bólido. Pero no es para tanto, la quinta no me cuadra tampoco, tercera es muy simplona, sexta la he metido como 3 veces en mi vida, reversa me gusta como suena pero no aguanta y con primera mejor ni le entro... me choca. Total que sin demeritar al esfuerzo de las otras, me quedo con cuarta por aguntadora, por discreta y elegante, por placentera y relajante... por ahora claro está.. nada más que entre al maraviloso mundo del 4x4, seguramente cambiaré de opinión.
A veces.
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A veces, cuando me duermo tarde como hoy, abrazo a mi esposa por la barriga
y mi bebé me patea la mano. Me siente. Sabe que yo estoy ahí, y yo sé que
él es...
Hace 4 años
"#$%&/&% Taxista; a ver si tu pagas la desbielada y el clutch.
ResponderEliminareste... si...
ResponderEliminaraja...
Creo que con el tráfico que hay en esta ciudad, deberías de dar gracias a dios si alcanzas a meter tercera.