Ayer leí que en el centro Banamex hubo una instalación sobre qué se sentiría caer al vacío. Por una confusión, no leí la explicación correcta y terminé sin entenderle: una joven poeta entrevistó a un venerable escritor hacía 25 años y al explicarle sus experiencias de vida la impresionó tanto que decidió escribir un libro que (de alguna forma) terminó siendo un salto al vacío. Nah, no checaba, pero bueh. Igual ya era tarde para llegar y total que no la ví. En la noche sin embargo, soñé que caía, que caía al revés, no como buzo, sino que caía para arriba, osea que subía, pero se sentía que iba para abajo. Era larguísimo el trecho, sí era verde, como en la foto de la mentada instalación, y me daba vértigo, cosa que odio. No podía creer que estuviera en un túnel al vacío, no lo podía creer, me parecían inconcebibles los pasos que me habían llevado a eso: venía en un atiborrado coche rumbo al estadio de CU cuando recogía una botas (rojas) y enmedio de un campo de piedra volcánica (again) me caía al vacío... y sí, aún cayendo al vacío vortexoso seguía pensando.. Me mareaba pero no me daba miedo. Y salía, ejem, ¿a donde más? a un árbol. No al que imagino de Alicia, más bien al de la pintura que más me gustó (y no recordaba) de la expo de Magritte. El llamado de la Sangre.
.. ajá, con puertita y todo. Ya era de noche y estaba estrellada (la noche, no yo) y era en un campamento que no me acuerdo cómo se llama pero al que fuí cuando tenía 13 añotes.. Tepezcohuite o algo así.... Me quedaba viendo el árbol y olieeeendo toodoo. Ehm ahora sé porqué me gustó la pintura.
Tarde pero segura.
A veces.
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A veces, cuando me duermo tarde como hoy, abrazo a mi esposa por la barriga
y mi bebé me patea la mano. Me siente. Sabe que yo estoy ahí, y yo sé que
él es...
Hace 4 años
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