Yo creo que en la Ciudad de México no es fácilmente perceptible el cambio de todas las estaciones. Es bien conocido lo maravilloso del clima en esta zona, pero uno lo valora mucho más al estar lejos de ella. La luz, la luz por sobre todo se echa de menos, o al menos yo la extrañé mucho.
La luz y la salsa verde.
Y la gente.
Eso y el Queso Oaxaca.
Eso y el tono de voz de las personas.
Y las tortillas...
Junto con el contacto personal y no meramente verbal.
Y el sabor del agua natural ... (que no es insabora por cierto.)
Y el sentido del humor.
Y la vida en las calles, y la variedad de comida, y que haya tanta música en todos lados (a veces es molesto pero se echa de menos)...
Y mucho más, pero todo se puede resumir a: la Luz y a la Salsa Verde.
En fin, tal vez no sea tan evidente pero esta vez a mí me llamó la atención la caída de las hojas. Me fuí y de regreso los árboles estaban pelones, pareciera que los hubieran sacudido.
Todo esto para decir que eché de menos más cosas de las que creería.
Y no es queja, es mera observación.
A veces.
-
A veces, cuando me duermo tarde como hoy, abrazo a mi esposa por la barriga
y mi bebé me patea la mano. Me siente. Sabe que yo estoy ahí, y yo sé que
él es...
Hace 4 años
Pues sí; esas cosas son las que se extrañan cuando uno sale de su país. Si fuésemos iraquíes o vietnamitas extrañaríamos otras cosas pero como no lo somos...
ResponderEliminarAquí un video donde se habla del chile.