Estando en Puebla de los Ángeles, visité la Casa de los Muñecos, nombre medio macabro para un museo más bien amable. El chiste del lugar, además de una exposición de fototas padres padriuris de los oficios poblanos, es que en él se ubica el museo Universitario, léase de la BUAP (qué buenas siglas jajaja) y en éste se halla una colección de los primeros aparatos científicos utilizados en México.
Llegué a dos conclusiones: los aparatos en madera, sí han de haber sido menos resistentes, más predispuestos a alteraciones ambientales y menos duraderos, pero qué bonitos eran; y 2) qué buenos nombre manejaban en ese entonces, tal vez como tenían mayor libertad de patentar lo que les diera la gana sin temores a Copyrights ni similares, le podían poner fácilmente a la primera cámara proyectora Linterna Mágica, en vez de LensopticVC/ui908890892.
Ahí están las fotos, aunadas al estético Lente de Fresnel que es algo así como el tatarabuelo de nuestro contemporáneo láser, tan bonito uno como otro a su manera.
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