La intimidación

Van ¿14? muertes en 24 ó 28 horas relacionadas al figuras de la seguridad pública. Generalmente estos hechos nunca me habían llamado a tal grado la atención como para preguntarme el móvil. Siempre asumía que se trataba de una pugna territorial, de mantenerse a raya mutuamente... ahora me sonó distinto, por centralista que suene, el que estos crímenes estén sucediendo a las afueras de los domicilos de las víctimas, en plena Ciudad de México, de manera tan hilada y con esos objetivos, me hizo pensar que el narco, narco secuestro, secuestro, o el aglomerado "crímen organizado" está o bien tratando de ampliar su territorio y poderío, o bien está sintiéndose mellado....

Al ver las noticias de zonas de conflicto, siempre me pregunté si las personas se logran acostumbrar al peligro, que una vez que el sonido de las balas pasa de ser alarmante, algo verdaderamente atroz, a algo de todos los días, en ese momento ya el estado de derecho, a como yo lo entiendo, se ha perdido... no quiero que eso pase aquí, no quisiera acostumbrarme a las calles cerradas por un homicidio a la vuelta de mi casa o a mi temido sonido de las balas.

Ciertamente quedarme en una burbuja en que estos crímenes me pasen desapercibidos y prefiera concentrarme en mis intereses ya no me resulta tan fácil. El que estén matando a altos mandos de la policía, por un lado, tal vez ingenuo, me hace pensar que finalmente al menos en más altas jerarquías, algunos se opusieron al crimen organizado, y eso por más que lamente sus muertes, me da una esperanza de que se está haciendo un cambio.... espero, que vaya por ese lado. No quiero quedarme con la reflexión pasiva de mantener mi mundo idílico en formol, y que son "otros" a los que les está pasando.... pero no sé que hacer, sé que soy parte de esa ciudadanía a la que se quiere proteger, a la que se le debe cambiar la forma de pensar sobre sus autoridades, a creer en ellas pero con base, a no ser parte de la mengambrea corrupta, sé que soy parte de eso, y espero aportar mi parte (no sólo científica, sino cívica) para hacer este país mejor.

como casi siempre, iba oyendo a Jorge Fernández Menendez (informa a los engterados), IMAGEN 90.5 f.m., 6:oo p.m. lunes a viernes, a quien prefiero por amable, porque pone blues, jazz y el otro día guauuuuuuu a The Cure y a Broken Social Scene (siiii ja!!), total que lo iba oyendo y dijo unas cuantas cosas que creo se explican mejor en su columna.... por favor, léanla, que finalmente nos concierne a todos, estemos o no de acuerdo:





La violencia, la debilidad, la intimidación
Narcotráfico
Por: Jorge Fernández Menéndez
Publicado en: Periódico Excelsior Fecha: Viernes, 9 de Mayo de 2008
Tuve oportunidad de conocer al comisionado de la Policía Federal, Edgar Millán, como periodista realizando distintos reportajes. A principios de año, me acompañó a un recorrido por el operativo montado en Tamaulipas. Era uno de esos policías en los que podía estar el futuro de esa corporación y de la seguridad pública del país. Un hombre de 40 años, que había ingreso a los 20, cuando aún no concluía su carrera profesional, al Cisen, como analistas y especializándose en temas de seguridad. Del Cisen, como muchos, había pasado a la AFI, en el sexenio pasado, con Genaro García Luna, y cuando éste se convirtió en secretario de seguridad pública federal, fue en los hechos y sobre todo durante los últimos meses, el principal mando policial en los diferentes operativos contra el narcotráfico en nuestro país. Un policía serio, profesional, preparado, con experiencia y formación internacional, joven y honesto. Es difícil hallar esa combinación en nuestro país.


Ayer fue asesinado este hombre, en lo que constituye, sin duda, el golpe más duro que ha sufrido la naciente Policía Federal, pero también en el contexto del brutal ataque que la misma está sufriendo de parte del crimen organizado en las últimas semanas. Millán es el tercer alto mando de la secretaría ejecutado en los últimos días, pero también han sido asesinados, sobre todo en Sinaloa, por lo menos otros siete agentes y oficiales de esa corporación. Por eso, la ola de violencia que estamos viendo en estos días debe diferenciarse bien en sus contenidos.

Por una parte tenemos el enfrentamiento entre los distintos grupos del narcotráfico para recuperar o controlar terrenos ante la descomposición o recomposición de diferentes organizaciones: el caso más evidente es lo sucedido en Tijuana hace dos semanas, donde en los hechos la disputa es por los restos del cártel de los Arellano Félix, y podría suceder lo mismo con lo que estamos viendo en Guerrero o en Zacatecas. Pero, por la otra, han comenzado una serie de asesinatos de mandos de la Policía Federal que buscan por una parte intimidar y por la otra desarticular a esa corporación.

Se podrá argumentar que esa ola de violencia, lo mismo que las ejecuciones de estos mandos policiales, demuestran que el Estado está perdiendo la guerra contra el narcotráfico. En realidad sucede lo contrario: esta ola de violencia se genera porque las organizaciones criminales están, pese a su fortaleza, resquebrajándose, porque cada vez más la operación queda en manos de sicarios y no de estrategas, porque están sintiendo la presión de las fuerzas del Estado, y porque, pese a ello, todavía están en condiciones de generar una respuesta.

No es una novedad. Cuando en Colombia comenzó la verdadera ofensiva contra el cártel de Medellín (y también el de Cali, aunque con éste la violencia adoptó otras características), la gente de Pablo Escobar en la misma medida en que se debilitaba o perdía espacio, iba incrementando la violencia, pasando de los asesinatos de policías y funcionarios a la toma de la Suprema Corte de Justicia y, finalmente al estallido de carros bomba y la escalada de secuestros. Pero no era una demostración de fortaleza sino de debilidad. En realidad, los grupos del narcotráfico cuando son más fuertes, cuando tienen un mayor control de la situación, es cuando menos requieren utilizar la violencia, por lo menos cuando son dirigidos por sus cuadros más experimentados. Hoy, consecuencia de la acción de las autoridades y de sus propios enfrentamientos, no es así.

Existe otro factor que también se debe tomar en cuenta. En realidad, es la primera vez que a un esfuerzo nacional de estas características se une una estrecha colaboración internacional. Hemos visto como, por ejemplo, con la colaboración de la inteligencia de varios países, entre ellos México, se fueron desarticulando las dos principales organizaciones del narcotráfico en Colombia: la del Valle del Norte y apenas la semana pasada, la organización de Los Mellizos. Hemos visto como las FARC han tenido que abandonar muchos de los espacios ganados en el pasado en el tráfico de drogas. E incluso ayer, en un anuncio que parece demasiado optimista, se dijo, también, que con los esfuerzos de Estados Unidos, México, China e India, para el 2009 podrían acabarse las reservas ilegales de pseudoefredina en este mercado. Lo cierto es que en el último año el precio del producto base para las drogas sintéticas, ha aumentado en más de un 80 por ciento, lo que demuestra que ha caído la oferta de la misma.

Por supuesto que en la lucha contra el narcotráfico hay todavía muchísimo por hacer y que la infiltración del mismo en muchos estamentos sociales y políticos será difícil de erradicar, pero estos asesinatos lo que buscan es intimidar a la fuerza policial que se está preparando para reemplazar el día de mañana al ejército en las labores de seguridad pública y en muchos casos, ya lo está haciendo. Resultaría risible, si no estuvieran en juego tantas vidas, algunas opiniones que piden, por ejemplo, cambios de estrategias o repliegues de las fuerzas de seguridad, sin tomar en consideración que lo único que puede seguir haciendo el Estado mexicano es profundizar esta lucha que es la que determinará su propia subsistencia. Y en esto resulta francamente preocupante que las fuerzas políticas, los tres niveles de gobiernos y los tres poderes de la Unión no terminen de comprender que se enfrentan a un enemigo común.

Es, también, un llamado de atención a las autoridades: los hombres y mujeres involucrados en esta lucha deben tener, necesariamente, un grado de protección y de seguridad mucho mayor. Hombres como Millán a los que se preparó durante veinte años no pueden ser blancos fáciles de sicarios. Esa seguridad no es una forma de exhibicionismo, sino una condición indispensable para afrontar este desafío con la fuerza real del Estado

1 comentarios:

  1. Ejecutan a 108 ...¡en siete días!
    calderón

    Sinaloa, Guerrero y Chihuahua fueron las entidades más afectadas por la violencia; registraron más de 70 homicidios

    Grupo Reforma.
    Distrito Federal (10 de mayo de 2008).- La violencia relacionada con el narcotráfico se recrudeció en gran parte del País y tan sólo en la última semana alcanzó una cifra alarmante al superar las 100 ejecuciones.

    Sinaloa, Guerrero y Chihuahua fueron los estados donde el crimen pegó más fuerte al reportarse 74 asesinatos, entre ellos 20 policías.

    Además la Policía Federal Preventiva tuvo una semana negra al perder nueve elementos, entre ellos su Comisionado General, Edgar Millán, ejecutado el pasado miércoles.

    También fueron acribillados Roberto Velasco Martínez, inspector adscrito a la Tercera Sección del Estado Mayor y José Aristeo Gómez Martínez, director de asuntos administrativos del Estado Mayor de la PFP.

    En tanto, hubo otros seis agentes federales ejecutados en enfrentamientos en Sinaloa y Morelos.

    Fue justamente Sinaloa la entidad que más ejecuciones acumuló esta última semana.

    Los atentados se acrecentaron luego de que el pasado 1 de mayo fueron detenidos 13 sicarios del narcotraficante Alfredo Beltrán Leyva, "El Mochomo", actualmente preso en Puente Grande, Jalisco.

    Del 3 al 9 de mayo, la entidad registró un total de 28 ejecuciones, entre ellas, 2 mandos ministeriales, 4 agentes federales y 2 agentes municipales.

    Además en Culiacán se destacó una "guerra" sin precedentes a través de mantas colocadas en diferentes puntos de la Ciudad para lanzar amenazas entre los propios grupos criminales y contra el gobierno y las corporaciones policiacas.

    También el pasado fin de semana en Guerrero, se vivieron días sangrientos cuando varios comandos ejecutaron a 16 personas en dos diferentes ataques en la zona de Petatlán.

    Ante tal ola de violencia, ayer en Tijuana, el Procurador Eduardo Medina Mora, reconoció que las células delictivas han "involucionado" dentro de la cadena criminal y, para seguir sufragando sus gastos de operación, han incursionado en secuestros y robos a mano armada

    "La violencia causada por la disputa de territorios y la supremacía de unas células sobre otras, lo repito, no es signo de fortaleza, sino una muestra evidente de los daños económicos, tácticos y logísticos causados por el rechazo social a la violencia", dijo.

    Mientras tanto, Gordon Johndroe, vocero del Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca manifestó ayer que el asesinato del comisionado Édgar Millán muestra la urgencia de que Estados Unidos ayude a México en la lucha antidrogas.

    "El Presidente urge al Congreso a que actúe ahora para financiar completamente la Iniciativa Mérida", dijo Johndroe en el rancho de Crawford, Texas, donde se encuentra el Presidente George W. Bush.

    "(La iniciativa) dará una ayuda valiosa a nuestros socios mexicanos y de América Central para ayudarlos a frenar el flujo de drogas que termina en nuestras calles", agregó.

    ResponderEliminar

 

Flickr Photostream

lastfm

Twitter Updates

www.flickr.com
Éste es un módulo Flickr que muestra fotos o videos públicos de la_cotita. Crea tu propio módulo aquí.

Meet The Author

personal dna